jueves, 24 de julio de 2014

El juego de Ripper

      Isabel Allende da un giro a su narrativa y prueba con la novela negra en El juego de Ripper. El resultado: una novela de suspense que engancha desde el primer momento y te mantiene en vilo hasta el final.

      Con esta novela, la escritora chilena vuelve a su estilo original a través de conversaciones fluidas, descripciones realistas y personajes caracterizados con una psicología compleja y a la vez, muy real y contemporánea. Estos personajes se ven involucrados en la resolución de una oleada de crímenes cometidos en la ciudad de San Francisco y lo que en un principio aparece como algo ajeno, después será más próximo de lo que ellos piensan. Con lo bien descritos y dibujados que están los personajes, es fácil cogerles cariño y muy difícil descifrar el desenlace de la novela, lo que nos lleva a los lectores a la necesidad de leer y no parar hasta el final.

      Espero que una vez que Isabel Allende se ha arrancado con este género, siga escribiendo novelas como esta y sorprendiéndonos con sus tramas y personajes geniales. 

      Animo todos a los que os guste la novela de suspense que la leáis y me comentéis. 

Pd: Loles, mientras la leía iba entendiendo por qué te gustó tanto ;)




Platero y yo

      Este año se celebra el centenario de la publicación de Platero y yo, obra en prosa poética de Juan Ramón Jiménez. De tanto oír noticias sobre el aniversario, decidí leerlo y superar la aprehensión que tenemos hacia los libros que nos mandan leer en el colegio y que solo por eso, ya parece que vayan a ser aburridos y desesperantes.

      La lectura ha sido todo lo contrario. Me ha resultado amena por los pasajes tan breves del libro y he disfrutado con las descripciones y los paisajes escritos con la misma ternura y sensibilidad con la que se describe a Platero.

      A través de la prosa de Juan Ramón, nos trasladamos a Moguer (Huelva), y asistimos a escenarios de la naturaleza donde todo se relata cargado de aprecio, belleza y musicalidad. Son elementos modernistas que enmarcan la relación entre el poeta y el asno, pero que no resultan rimbombantes, sino simplemente preciosos.

      Mi consejo es, que si lo tenéis a mano, le echéis un vistazo a algún capítulo, y ya veréis como quedáis enamorados del burrito Platero, la cabra Diana, el loro, el perro sarnoso y hasta de las mariposas que revolotean por el campo de Moguer.

miércoles, 16 de julio de 2014

Todos los cuentos

      Ojos de perro azul, Los funerales de la Mamá Grande, La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada y Doce cuentos peregrinos conforman el volumen de Todos los cuentos de García Márquez.

      Se trata de una colección donde queda explícita la evolución del colombiano y su aportación a la narrativa cuentística del siglo XX. En esta recopilación, encontramos cuentos simbólicos e irreales junto a otros más verosímiles. Cuentos de familias, de personajes o de lugares que funden la ficción y la realidad desde diferentes vertientes que se apoyan en la narración para envolvernos y trasladarnos a otros mundos. 

      Una de las ventajas de esta recopilación es que nos permite seguir la evolución del autor, ver cuáles son sus fuentes, dónde hay más influencia de lo periodístico y dónde de la literatura, distinguir las diferencias entre los paisajes hispanoamericanos y los europeos, etc.

      La lectura del volumen permite leerlo de un tirón o, como he hecho yo, ir leyendo poco a poco y establecer una distancia entre las colecciones. En cuanto a gustos, me decanto por las últimas, la historia de Eréndida ya me impactó hace 13 años cuando la leí por primera vez y me sigue pareciendo uno de los mejores cuentos que existen, junto a  los Doce cuentos peregrinos. Doce cuentos que surgieron de viajes y cuentan con personajes como María Dos Prazeres, Prudencia Linero, la señora Forbes o Nena Daconte, y con ambientes de los más variados y cada cual más atractivo. Es la sexta vez que los leo y me quedo con las ganas de que hubiese escrito otros doce más.

miércoles, 2 de julio de 2014

El laberinto de los libros secretos

             Hay escritores que piensan que por enredar más las historias, van a ser mejores. Y no es así. El laberinto de los libros secretos es un ejemplo de cómo una trama que despunta desde la intriga y el misterio se puede convertir en un lío soporífero que hace que el lector pierda el  interés a mitad del camino y llegue desencantado al desenlace final.

             El caso es que la idea de los autores, Paolo Di Reda y Flavia Ermetes, no está mal, pero el desarrollo es pésimo. La conjugación de Jim Morrison con Napoleón, María Callas, Chopin, y Óscar Wilde entre otros, en escenas complementarias con elementos, tumbas, bañeras y símbolos comunes más que atraer, enreda las brevísimas escenas y solo inducen al caos y al amontonamiento de datos que al final van a estar "justificados" por alguna mano divina. 

             En cuanto a la trama principal y la intriga de la que hablaba al principio, se vuelve completamente previsible y solo alcanza a sorprender con su vinculación a las predicciones sobre los atentados del 11-S... En fin, un libro al que le sobra información y le falta interés.

               Os dejo la portada porque es de lo mejorcico que tiene.