La primera novela de Andrés Vidal describe un período histórico que no suele aparecer retratado en la narrativa actual: la España rural del siglo XIX y la Revolución Industrial en nuestro país.
Para ejemplificar el cambio social al que hace referencia, Vidal reúne las características del trabajador humilde, incansable y con afán de superación en el personaje principal de la novela, Rosendo Roca. A partir de él, el autor va recreando una serie de escenarios rurales que enmarcan la situación de una familia humilde de la España de la segunda mitad del S.XIX, así como las trabas que encuentra para ser feliz en un mundo dirigido por la nobleza. A pesar de todas los impedimentos y de la servidumbre a la que se ve sometida la familia Roca, la constancia, la inteligencia y el rudo trabajo harán posibles la inmersión de la familia en los albores de la industria del carbón y el textil en nuestro país, y alcanzarán un renombre y una posición económica que cambiará la concepción tradicional: noble-trabajador.
La novela es un ejemplo de las situaciones a las que se enfrentaba la sociedad española entre 1815 y 1881, que es a la que se enfrentan los miembros de la familia Roca para llevar adelante su vida y no rendirse ante los obstáculos que les imponen los señores de las tierras. Entretanto, se escuchan ecos de la información que les llega a los trabajadores sobre el reinado de Fernando VII y la revolución de 1868.
