miércoles, 28 de marzo de 2012

Cómo se cuenta un cuento

          Esta semana he terminado el curso de Periodismo Literario y Escritura Creativa. A lo largo del curso he conocido la forma de crear que tienen dos escritores murcianos y he descubierto algunos libros que te ayudan a aprender a escribir Uno de esos libros es Cómo se escribe un cuento de Gabriel García Márquez que está enfocado al momento de idear historias para la escritura de varios guiones televisivos. Con este libro, nos metemos en las conversaciones y discusiones de los escritores y vemos cómo va surgiendo la historia a partir de una idea de uno de ellos. El libro te enseña a ver qué vale, qué no, en qué momento cortar una escena, cuándo continuarla, y sobre todo, te enseña la importancia del trabajo en equipo y que seis cabezas piensan más que una.
           De los libros que me sugerían en el curso, elegí leer éste para ver cómo se enfrenta G. G. Márquez al reto de escribir una historia y cómo es su proceso. No es una novela, pero como manual está muy interesante.

lunes, 26 de marzo de 2012

Carmen Machi

             Este fin de semana he tenido la suerte de conocer a una de las actrices españolas que más admiro: Carmen Machi.Y es que con motivo de su actuación del sábado en el Teatro Circo, vino el viernes a la clase del máster a hablar con nosotros sobre su trayectoria profesional y su trabajo como actriz.
             Carmen Machi es mucho más que una actriz que se ha hecho famosa por su papel en Aída, es una actriz que lleva desde los 17 años trabajando en el teatro y que es tan buena actriz cómica como trágica. Esto no lo digo como un simple cumplido, lo pude comprobar por mí misma cuando la vi el sábado por la noche defender a Helena de Troya, sola en escena y durante una hora.
               Solo una actriz como Carmen Machi, que no tiene miedo a nada y se come el escenario ella sola, es capaz de hacer un personaje tan complejo como el de Helena en Juicio a una zorra. Un texto muy bello y grandioso sobre la triste vida que sufrió la mujer más bella del mundo, que por esa misma cualidad fue la mujer más desgraciada de la tierra. Es una obra con un trasfondo histórico- mítico que va narrando la propia protagonista en su madurez,  y que deja muy clara la versión delo que ocurrió realmente (documentado en los tratados históricos), frente a la leyenda que ya es conocida y que, como no, fue contada por los hombres.
             Reafirmo que una hora en escena captando la atención del público y con el único apoyo de la bebida y de sí misma, es un trabajazo actoral que muy pocos serían capaces de hacer, y entre esos pocos está por supuesto, Carmen Machi.

"Lo bello es aquello que se ama. Yo nunca he sido bella porque nunca me han amado"

martes, 13 de marzo de 2012

Muerte en el barrio

          Esta de obra de teatro es la que vamos a hacer como montaje de fin de máster. Aún no hemos comenzado con el proceso de montaje, pero lo que es la lectura de la obra tampoco es para tirar cohetes.
        Muerte en el barrio pertenece a la tragedia compleja de Alfonso Sastre y trata la historia de un médico que no asiste a un niño y al que los vecinos del barrio acribillan. La historia no tiene más, y lo que hace el autor es darle vueltas al asunto preguntándole a los distintos vecinos del barrio sobre el linchamiento del médico y lo que pasó.
       Como conclusión, a las 30 páginas repetitivas, he de decir que no tiene ninguna intriga, ni diálogos con una carga trágica. En fin, algo ligerito que veremos a ver cómo sale...

LAS CIEN VOCES DEL DIABLO

         Si la primera novela de Ana Cabrera Vivanco me sorprendió por la magia y la forma de escribir de esta mujer, la segunda no se ha quedado muy atrás. Las cien voces del diablo  atrae al lector desde la primera frase, con la que recuerda a Crónica de una muerte anunciada, y desde que sabes que algo va a pasar pero no tienes ni idea de cómo y no puedes dejar de leer. Toda la novela es pasional, cubana, visceral y bella a la vez, con ese aire fresco que sólo te dejan las buenas novelas hispanoamericanas, con las que disfrutas leyendo cada página para que siga la historia pero sin querer que termine y desaparezca esa magia.

        Esta es una de esas novelas, con personajes duros que tienen su lado bueno y su lado malo, con caracteres que van más allá de lo natural y que los hace únicos e irrepetibles. La historia vuelve a centrarse en un personaje y la saga familiar de la que forma parte aun antes de nacer, este personaje aparecerá inmerso en las relaciones entre los otros personajes de su familia y del pueblo, y marcará el rumbo que sigue la novela.

         Es una historia de fincas, de familias, de mujeres valientes, de erotismo y ambientes exóticos y supersticiones pero a la vez, de pasiones reales de siempre, de personajes que se ven ligados a las convenciones y no pueden salir de ellas, y por supuesto de la belleza en el lenguaje,que te hace recordar a García Márquez, la primera Isabel Allende o incluso a García Lorca, tanto en los diálogos como en la narración.

       Sigo creyendo que algún día Ana Cabrera Vivanco tendrá el reconocimiento que se merece por conseguir lo que parecía que ya había marchitado: despertar el realismo mágico.

Aquí dejo un fragmento de uno de los capítulos, que no revelan nada pero sí deja indicios de las sensaciones que transmite la novela y que no se pueden describir con palabras:

"Una noche Amanda, que pasaba de los raptos de pasión a las más tiernas y lánguidas zalamerías, le pidió a Lucifer que compusiera para ella un madrigal donde cantara a la luna. Su amante se negó rotundo, argumentando que ningún poeta en el mundo que se preciara de serlo, le robaría a Lorca su luna. Amanda quedó pensativa. Jamás pudo imaginar que la luna tuviera más dueño que Dios y tildó al poeta de egoísta y jactancioso por no prestarla a su amante al menos por una noche".

viernes, 9 de marzo de 2012

La vida, che

La vida, che

MANUEL RIVAS 12 MAY 2007

Analía recuerda que su bisabuela nunca se cortaba el pelo. La larguísima melena vestía la espalda como una túnica sedosa que en sus ribetes casi alcanzaba los talones. Era el único trazo enigmático en aquella mujer de vida humilde, trato afable, hablar pausado y ojos clarividentes. En realidad, como descubrió Analía, el pelo tenía la longitud de un relato histórico. Ramira, la bisabuela, había emigrado muy joven. Una niña, podría decirse, pero en aquel tiempo para los pobres no había infancia. A medida que el barco se alejaba de Vigo, la muchacha notó que le caía el cabello. Se le iba, sin más. Una interminable travesía surcada en el cuero del cráneo. Ocultaba las calvas con una pañoleta. Y al llegar a Buenos Aires, en lugar de santiguarse, alzó la mirada a lo más alto y juró que nunca jamás se cortaría el pelo.
La víspera de emigrar, Maruja se puso a cortar leña. Horas y horas, golpeó con el hacha poseída por una extraña obligación. Ése era su último recuerdo. El crujir de la leña y el jadeo del cuerpo. En Buenos Aires encontró pronto trabajo. Y en el trabajo, un marido. Con él, con Wenceslao, volvió a la aldea natal, pasado más de medio siglo. Entró en la casa campesina. "Che ¿y vos qué hiciste?", le preguntó una amiga argentina. "¿Qué iba a hacer? Lloré", dijo Maruja.
-Ya. ¿Y después?
-Lloré más.
-Pero, ¿y después?
-Después busqué el hacha y seguí cortando la leña.

La tercera historia responde a una pregunta: ¿por qué emigró Paco Lores? Fue en 1952. Vivía en O Grove. Tenía 18 años. No era ya época de hambre, pero él tenía un recuerdo del hambre. Un recuerdo musical. En la posguerra, su madre y hermanas trabajaban en una conservera. Para que las operarias no se llevaran a la boca ni un pellizco de atún, tenían que cantar todo el tiempo. Si se callaban, el capataz gritaba: "¡A cantar, a cantar!". Y lo que cantaban eran tangos. El tango mata muy bien el hambre. Sabe a bonito estofado. Es más. Una hermana de Lores cantaba tangos como el Dios de los porteños. Por eso emigró Paco Lores. Por los tangos, che.

martes, 6 de marzo de 2012

85 años de genialidad

     Hace 85 años, en una ciudad colombiana llamada Aracataca nació, a las 9 de la mañana, un mago. El mago era hijo de un telegrafista que tuvo que luchar por conseguir el amor de su esposa a pesar de la oposición de su suegro, un coronel conocido y respetado. Pero cuando el mago era apenas un bebé, sus padres se marcharon a otra ciudad y él se crió con su abuelo el coronel, y las historias sobre la Guerra de los Mil Días, y con su abuela, una mujer fuerte que le contaba historias sobre fantasmas, premoniciones y augurios.

    Cuando el mago se hizo mayor, no sabía que era especial y comenzó a estudiar una carrera como los demás y a escribir relatos, y fueron esos relatos los que explosionaron la magia del mago.

      Un día, tras escribir muchos artículos, breves cuentos y algunas novelas, el mago, a quien todos llamaban Gabo, decidió crear un nuevo mundo al que llamaría Macondo, con una saga familiar que durase hasta el fin de los días y donde la matriarca, Úrsula, homenajearía a su abuela; y con este nuevo mundo, imaginó una historia que cambiaría la literatura y el arte. 

     Pero no contento con la magia realizada, años después decidió probar un nuevo truco: recogió la historia de amor que había separado y vuelto a unir a sus padres y la concentró en dos personajes: Fermina Daza Y Florentino Ariza.

    Tras este gran truco de magia, el mago siguió creando nuevos y novedosos trucos y recogiendo premios hasta que enfermó y se tuvo que encerrar en su casa a vivir de sus recuerdos, pero con la felicidad de saber que había sido el mejor mago que existió de todos los tiempos. 

     Cuenta la leyenda que el mago sigue escribiendo relatos, artículos, cuentos y que incluso algún día puede aparecer una nueva novela mágica, un nuevo truco que sorprenderá a todos. No sé si la leyenda será cierta pero cada novela escrita por él es una joya y en los tiempos que corren, hacen falta joyas que brillen como él.